Las matemáticas tienen certezas, tanto que jamás se pudo ni se podrá discutir que dos más dos son cuatro. Los números hablan por sí solos, pero a veces, cuando la política mete la cola, se intenta explicar lo inexplicable.

Por estos días, Juntos Somos Río Negro, el partido gobernante en la provincia intentó por todos los medios explicar el reparto de obras provinciales previsto para el año que viene, donde claramente Roca es una de las postergadas, como viene ocurriendo desde que Alberto Weretilneck y su gente mandan en Río Negro. O, visto desde la otra vereda, desde que los Soria gobiernan la ciudad del Alto Valle.

Claramente los Soria no son Roca ni Weretilneck y sus aliados son Río Negro. En todo caso, María Emilia Soria gobierna Roca y Arabela Carreras lo hace en la provincia, pero la buena política hubiera hecho un reparto equitativo de obras entre las ciudades más importantes y el resto de las localidades.

La más favorecida es Bariloche, que casualmente es gobernada por el mismo signo político que el provincial, le sigue Cipolletti, también de Juntos, Viedma, del mismo partido y luego Campo Grande. Roca, quedó separada y lejos de la primera.

Pero no sorprende el esquema ni las cifras asignadas, ocurrió siempre y también ocurrió cuando el radicalismo gobernaba la provincia y postergaba a los intendentes peronistas. Pero eso no significa que esté bien. Los viejos políticos dirían que es el único modo en que los jefes comunales no muestren como logros propios inversiones provinciales.

Pura especulación de baja estofa. Como también lo fueron los intentos por explicar que en realidad se trató de un error. La exactitud de las matemáticas no tiene discusión.

¿Error de cálculo?. No. Torpeza.

En este escenario es llamativo que tampoco desde Roca se escuchen voces reclamando lo que a la ciudad le corresponde. Si año tras año se la posterga y no hay reacciones, seguirán las postergaciones.

Por: Jorge Vergara [email protected]