Pese a ser la cara más visible del programa de televisión más popular de Argentina, Santiago del Moro ha mantenido su vida privada en reserva. Sin embargo, con el paso del tiempo, el conductor ha decidido abrirse y compartir detalles sobre su relación con María José Sánchez, su compañera de vida desde hace más de 20 años.

El romance entre Santiago del Moro y María José Sánchez comenzó en Tres Algarrobos, un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires. Fue allí donde el conductor llegó con un sueño: convertirse en una figura reconocida en los medios. María José fue un pilar fundamental en su vida durante ese proceso, siendo su apoyo incondicional en el camino hacia la fama en la capital del país.

En varias ocasiones, Santiago del Moro ha expresado el profundo amor y admiración que siente por María José. Él la describe como la persona más honesta que ha conocido, valorando su mirada sincera y auténtica. La pareja ha formado un equipo que siempre va hacia adelante, según confesó el conductor en una entrevista. María José no se preocupa por lo que dicen los portales de noticias ni por las críticas que pueda recibir Santiago del Moro. Para ella, lo importante son otras prioridades y brinda a su esposo la contención y el amor que necesita.

Aunque llevan más de dos décadas juntos, Santiago del Moro y María José Sánchez nunca han decidido casarse. El conductor revela que no cree en el matrimonio y que nunca se ha visto en esa situación. Sin embargo, no descarta la posibilidad en el futuro. Para él, el casamiento significaría pasar por el registro civil y firmar unos papeles, ya que considera que lo realmente importante es la compañía y el amor que encuentra en su hogar.

La historia de amor entre Santiago del Moro y María José Sánchez es una prueba de que la fama y la exposición mediática no han afectado su relación. A lo largo de los años, han construido una conexión sólida y han sabido enfrentar juntos los desafíos que la vida les ha presentado. Su historia es un ejemplo de amor duradero en un mundo donde las relaciones son efímeras.