María tiene 91 años y es fanática de Boca y de la selección argentina y en estos días asombró cuando salió a festejar por las calles de Roca cada triunfo de la Scaloneta. La mujer se convirtió en una estrella de cada festejo, con su simpatía y sus ganas de festejar al equipo de Scaloni, Messi, Di María y otros grandes.

Fue a partir del triunfo sobre Polonia, el que habilitó a Argentina el pase a octavos, que su hija comenzó a llevar a María a cada celebración y se volvió una especie de «abuela cábala».

Las y los hinchas que se reunían en las calles de Roca para celebrar, gritar y llorar cada triunfo, esperaban a María, para abrazarse con ella.

Y así fue que a partir del encuentro victorioso con Polonia la hizo popular, “La abuela” se volvió un clásico de los festejos.

La gran final en la que la Scaloneta se convirtió en campeona del mundo y trajo la tercera copa al país la encontró saltando y feliz en la calle, sumida en abrazos y saltos con miles de roquenses.